sábado, 12 de diciembre de 2009

FUTURO INCIERTO


Tiene quince años, y desde los seis practica la natación sincronizada. Ya acudió a tres concentraciones con la selección española y esta temporada, con el paso a junior, ella junto a su familia deberá tomar una decisión importante. Apostar por un Centro de Alto Rendimiento en Madrid o renunciar a intentar llegar al más alto nivel en la sincro. Es Sara Sanjuán Pardavila, deportista avilesina que forma parte del Club Pedro Menéndez, el único de sincronizada que existe en toda Asturias.
Su historia comienza a los seis años: «Por entonces estaba haciendo cursillos, probé con la natación sincronizada y me gustó», comenta Sara. Lo que le enganchó definitivamente fueron «las rutinas y los bailes en el agua. Me divertí mucho y por eso sigo practicándolo desde entonces».
Desde los días 4 al 9 del presente mes, en Pontevedra, vivió su tercera concentración con la selección española, formando parte del núcleo de 14 nadadoras que manejan las seleccionadoras cadete, Itziar Aspe y Ana Vives. Redondearon la misma con una exhibición en Ferrol. Se da la circunstancia de que todavía no ha tenido la oportunidad de debutar en torneo oficial.
«Tengo muchas ganas de competir con ellas. El primer año que fui se celebraba la Comen Cup en Israel. Nos dijeron que no era muy seguro viajar y se suspendió. Para colmo de males, el año siguiente parecía que podría debutar en la misma competición, en Belgrado (Serbia), pero tampoco». En esa oportunidad, un brote de gripe A en la selección dio al traste con el concurso español.
Esta avilesina entrena de lunes a viernes, dos horas y media cada día y los sábados tres horas y media. Sabe que para ser muy buena en este deporte debe esforzarse más: «Entreno poco. Si quiero progresar tendré que entrenar mucho más y marcharme a Madrid. Estoy muy contenta en el Pedro Menéndez, pero aquí no hay mucho margen de mejora», afirma.
«Lo mejor del club son las entrenadoras, que son muy capaces y nos ayudaron mucho, con nadadoras que dieron muy buenos resultados a nivel nacional, como Rebeca, Claudia (actual entrenadora), y mi hermana Raquel, que quedó quinta en solos y figuras, en el Nacional de Las Palmas».
Ha tenido la suerte de convivir unos días en la World Trophy de Madrid, en 2008, con las chicas de oro de la sincro española. Estuvieron con Gemma Mengual, Andrea Fuentes o Tais Enríquez: «Nos trataron muy bien, pudimos comer con ellas, nos llevaron a sus habitaciones, y sobre todo Andrea y Tais nos animaron mucho a seguir practicando la sincro. Andrea tuvo un detalle que nunca olvidaré, me regaló la medalla de oro de duos de la World Trophy, que es el Campeonato del Mundo de sincro».
Futuro incierto
Es exigente con ella misma, y en esa constancia puede estar el secreto para triunfar: «Si me voy a Madrid puedo intentarlo, pero aquí en Avilés no creo que pueda». Para crecer debe mejorar «en las rutinas, que me las tengo que tomar con más interés, siempre quedo mejor en figuras que en rutinas. Por contra, creo que en técnica tengo un nivel adecuado».
Tiene el futuro en sus manos y toda la juventud por delante para hacer su sueño realidad. Con timidez, pero segura de sí misma, se atreve a pedir más apoyos para su deporte: «Estaría bien que el Ayuntamiento de Avilés nos ayudara un poco más. Si no puede ser con dinero, que nos consiguieran algún patrocinador que permita al club crecer como entidad y poder competir más y mejor»

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